sábado, 5 de noviembre de 2016

Un libro y un Café


Café y libros, una combinación perfecta.



Más allá de ser un clásico "cliché" entre los lectores modernos, acompañar una buena taza de café a una buena lectura resulta maravilloso, se convierte en un escenario ideal para escaparte de un mundo que cada día es mucho más acelerado que el anterior. El café es una bebida que por lo general es estimulante, refrescante que disminuye el cansancio e incluso el sueño, pero ¿cómo es que se convirtió en el acompañante perfecto en una tarde de lectura?

El café es conocido por ser una bebida social, en los años noventa se popularizaron los lugares que ofrecían este tipo de bebidas en las que podrías compartir con amigos, compañeros de trabajo, con alguna persona especial o incluso esos espacios permitían que fueras solo a tomarte un café mientras disfrutabas de un buen libro. Esta tendencia se hizo mucho más grande en la medida que este tipo franquicias se expandieron alrededor del mundo.


Con el tiempo muchos hemos adoptado la costumbre de tomar un café mientras estamos disfrutando una fantástica obra literaria, en un día nublado, en una tarde lluviosa o en una noche fría, encontramos en esta bebida el aliado perfecto para seguir en sintonía con nuestras aventuras literarias, resulta interesante ya que no ha sido una moda pasajera, es algo que millones de personas en diferentes partes del mundo realizan. 

Para un lector es importante acompañar sus lecturas con algo que no dañe, maltrate o manche sus valiosos libros, por lo que no puede ser nada comestible o al menos que no lo tome con algún cubierto. Tiene que ser un alimento el cual no te incomode mientras estás leyendo, lo cual resulta complicado porque no terminas de disfrutar el contenido del libro ya que estás mucho más pendiente que no se te derrame lo que comes.




¿Por qué el café y no otro tipo de bebidas?
Esto resulta fácil de responder en virtud que las bebidas frías no logran el efecto que logra una taza de café mientras lees; si tomas una gaseosa o un refresco frío, lo que lograrás es que pierdas un poco la concentración en lo que lees, te sientas con un exceso de energía y probablemente dejarás lo que estás leyendo pasado unos minutos, por lo que es un tipo de bebida que no te recomendaría para disfrutar una lectura, ya que no necesitas energía extra en virtud que un libro que nos guste no requiere que tengamos es plus, ya que ni el desvelo nos impide terminar el clásico "un capitulo mas y me duermo".

Toda bebida caliente tiene un elemento en común; genera una sensación de relajación, el cuerpo se siente mucho más cómodo que tomando una bebida helada y en general logra una elemento tranquilizador. La siguiente pregunta es ¿el té funciona de la misma manera? Probablemente si, a muchas personas les encanta esa bebida y logra los mismos efectos, el problema con el té es que relaja más de lo debido y eso genera la misma consecuencia de las bebidas frías; hace que dejes de leer y no por energía extra sino que porque te genera sueño.

El café es el balance perfecto en una bebida, te mantiene despierto pero no te llena demasiado de energía, no te genera ansiedad ni altera tus emociones mientras lees, realmente el café es una bebida destinada a acompañar a una persona mientras disfruta un libro, una de las cosas que más disfruto es observar el vapor del café, relajarme y seguir leyendo. Sencillamente es una sensación fantástica, de hecho cuando mientras tomo café y leo, disfruto ese momento en mi existencia ya que me permite imaginarme lo que justo acabo de leer, ¿ya te ha pasado?.

Si nunca has probado esta combinación, te recomiendo que empieces con una lectura ligera, si lo que lees es un poco intenso o cargado esto provocará que no leas a gusto, vas a tomarte el café sin haber leído nada. Es un gusto adquirido, a muchos lectores no les gusta tomar nada mientras leen, sienten que interrumpen su jornada o la historia en la que están envueltos es por eso que cada lector debe encontrar su punto ideal, su zona de confort para leer, su paraíso oculto dentro de su misma habitación, es por ello que, si no tomas café mientras lees, yo te invito a que pruebes esta forma de realizarla, encontrarás una forma de disfrutar aún más tus libros favoritos, es una experiencia diferente pero te aseguro que no será nada mala sino todo lo contrario.




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