lunes, 5 de septiembre de 2016

Die Gottesformel






Die Gottesformel es un libro que te recomiendo para un viaje largo o cuando puedas leer sin interrupciones, sin que nada perturbe tu atención de la historia del Profesor Tomás Noronha, lo anterior en razón que de la cantidad de razonamientos que surgen en la lectura, es muy fácil perderse cuando se realiza de manera descontinuada.

En mi opinión la historia te atrapa y no precisamente por la aventura que hay en ella, no significa que no existe, sino por la búsqueda de la verdad absoluta y las respuestas que poco a poco vas obteniendo se convierten en una obsesión para el lector, de hecho los escenarios en los que anduvo el profesor Noronha no fueron tan descriptivos, recurso que remarcan otros autores. A lo mejor eso fue premeditado; lo más importante era el mensaje y no tanto la ubicación geográfica en la que sucede.

Lo anterior no quiere decir que los escenarios en Irán y Portugal no fueron descritos con detalles, sino que durante la estadía del profesor, no se enfatizó tanto como cuando se adentró en el Tibet, que incluso sentías que caminabas junto al protagonista. A lo que me refiero es que lo que este iba descubriendo en todos los lugares en los que anduvo, opacó de gran manera lo que el lector podía apreciar, la búsqueda de la verdad absoluta y lo fascinante de ello, hizo que se olvidara por momentos, donde estabas.

Uno de los elementos por los cuales considero muy buena esta historia es porque nunca se trató de recalcar el clásico y típico enfrentamiento entre la ciencia y la religión, entre los creyentes y no creyentes. No, de hecho el autor se da la tarea a que llegues a la conclusión que ambas son parte de lo mismo, busca la manera que el lector logre atar cabos sueltos y dudas existenciales que pueden llegar a darse a lo largo de la historia. En pocas palabras, en Die Gottesformel  te invita a creer que la ciencia puede explicar y comprobar científicamente la existencia de Dios.

La historia tiene un escenario inicial en la época de Albert Einsten, que al mantener una conversación con un político de alta incidencia, crea una paranoia en ciertos círculos lo cual provoca una búsqueda del último trabajo del reconocido físico, a lo que conocemos como el manuscrito de Einsten.  

La velocidad en la que transcurre la historia es fluida, no enfatiza en elementos accesorios o de poca trascendencia en la historia, de hecho cuando el Profesor Tomás Noronha conoce a Ariana Pakravan (que en lo personal, por como la describieron, me la imaginé como a Aishwarya Krishnaraj) fue el primer momento en que sacudieron bruscamente su vida, y tal y como sucede en novelas de este tipo, nunca falta la bella acompañante del protagonista que es experta en la temática principal de la trama y la convierte en uno de los ejes de la historia, si bien esto último se está convirtiendo en un cliché en el mundo de las novelas de este género.
   
La obra del escritor portugués José Rodriguez do Santos, es recomendable a cualquier tipo de lector, si bien se maneja un lenguaje técnico en gran parte de la historia, te la exponen de una manera simple, de hecho el profesor Noronha no es un físico o matemático, lo cual justifica tantas explicaciones de cálculos y ecuaciones, por todo lo anterior no vas a confundirte en ningún momento.






Por otra parte, te recomiendo más aun esta lectura si tu eres una de esas personas que tienen poca empatía con el lado espiritual o religioso, si eres una persona que le cuesta creer en un ser superior, esta novela te va a encantar. En ningún momento busca decirte <<cree>> sino que te hace planteamientos físicos que buscan llevarte a pruebas científicas sin desmeritar lo plasmado en los textos sagrados de las religiones, como escribí antes, busca que le des un sentido físico y matemático a la existencia de Dios.

Mi calificación a esta novela es de 8/10. Léela, te garantizo que te va a gustar.




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